Finalizó 2020 con uno de los peores años de la historia argentina en materia económica. Con el nivel de actividad desplomándose en torno al 15%, y con una inflación del 36%, el único “ganador” fue el Estado.
¿A que nos referimos cuando hablamos de “ganador”? A que en un año donde millones de personas perdieron sus fuentes de ingresos (empresas, comercios, empleos), o vieron erosionado el poder de compra de sus magros salarios – sin considerar la situación sanitaria – el Estado nuevamente pudo mantener su posición privilegiada gracias a contar con el monopolio de la emisión del dinero, en un contexto particular.
En este informe, escrito por nuestra Directora Ejecutiva, Eliana Scialabba, se analizarán brevemente algunos de los efectos distorsivos del contexto de dominancia fiscal, en el que la política monetaria del Banco Central (BCRA) queda “atada” a las necesidades de financiamiento del Tesoro Nacional, perdiendo la capacidad de utilizar los instrumentos monetarios a fin de cumplir con su principal rol, que es mantener estable el valor de la moneda.
Para acceder al informe, hacer click aquí.
Eliana Scialabba 