La herencia, o una radiografía del país que deja el kirchnerismo

Eliana Scialabba
Directora Ejecutiva del CEEAXXI

El balotaje nos dejó claro que la sociedad demanda un cambio, un cambio profundo. El presidente electo con casi el 56% de los votos afirmativos, llegó a la presidencia, anunciando un fuerte ajuste en todas las áreas del sector público… sorprendente el resultado, para un mensaje tan crudo, concreto y demoledor como el de Javier Milei.

La sociedad parece que finalmente se ha dado cuenta que este “modelo” no nos lleva a otro destino que al de ser cada día más pobres, con una inflación que no cede, y un sector que no está dispuesta a ceder sus privilegios. Estos ahora deberán convalidar frente a la sociedad que les dijo “basta” su resistencia frente al eliminación de esos beneficios que ellos consideran derechos adquiridos.

Sin embargo, el gobierno de Javier Milei recibe una pesada herencia, analizando todos los frentes. En esta oportunidad, nos centraremos en el económico y político, pero no debemos olvidar el despilfarro de recursos en temas de agenda, fuera de las necesidades reales de la población, que se centran en los problemas que se enfrentan para llegar a fin de mes y sin lamentar hechos de inseguridad.

¿Qué recibe Milei en el plano económico?

Una de las principales preocupaciones, dado el contexto económico y social, es el estado en el que se encuentra el BCRA. No sólo cuenta con más de U$S10.000 millones de reservas internacionales negativas (con una baja de U$S16.300 millones de reservas brutas durante la gestión de Massa como ministro), sino que la bomba de LELIQs y pases (instrumentos de menor plazo), que se incrementó más de 1800% desde que asumió Fernández, ya suma la friolera de $ 22,2 billones. Esto implica que el BCRA, neto de intereses, debe $3,1 por cada peso de base monetaria.

Luego de la victoria de Milei, se ha sumado un instrumento adicional, a la explosiva situación del ente emisor: las LEDIVs, las cuales, a pesar de su corta vida, que obligaban al ente emisor a emitir millones de pesos en caso de eliminar el cepo: quedaron US$ 5.000 millones vendidos.

En el plano fiscal, recibe un gasto publico que se encuentra un 20% del PIB por encima del guarismo promedio previo a la llegada del kirchnerismo al poder: de una media del 26%, en la actualidad nos encontramos con valores cercanos al 46% del PIB. Asimismo, la destrucción ha sido de tal magnitud, que el mayor gasto corresponde a erogaciones de carácter, con un fuerte componente asistencialista, de un modelo que se ha basado en la explotación de la necesidad de la población, y promete ser un foco de conflicto.

Desde lo tributario, la ineficiencia y la inequidad en la recaudación, con un sistema complejo, costoso, y obsoleto. La recaudación hoy en día se explica principalmente por IVA, luego de la rebaja de Ganancias en el marco de una medida puramente electoralista, y la presión sobre el sector externo y privado.

En línea con lo mencionado, el nivel de precios que heredará se ubicará en un alto nivel, con una inflación anual por encima del 160% de acuerdo con estimaciones del CEEAXXI, pero con una aceleración que ubicará este valor por encima de los dos dígitos por varios meses, debido al rezago de entre 18 y 24 meses de la política monetaria: hay que ser conscientes que la inflación del próximo año y medio será consecuente del “plan platita” de Sergio Massa.

Respecto a los precios relativos, la situación es casi tan compleja como la del BCRA: con el tipo de cambio oficial, precio relativo más importante de la economía, en torno a los $380, y la existencia de decenas de cotizaciones paralelas, es difícil hace años fijar precios. Sumado a eso, con precios de servicios públicos (transporte, energía) pisados, y con subsidios a estos que ascienden a casi 2 puntos del PIB, y numerosos bienes y servicios congelados por acuerdos de precios que se vencen en las próximas jornadas.

Desde el perfil productivo, el gobierno nos deja una economía basada en el mercado interno, con una industria de escasa o nula competitividad, que se ha acostumbrado a vender caros bienes de mala calidad, debido a las restricciones a las importaciones de bienes finales o los altos aranceles. Asimismo, también quedan sectores con mayor productividad con problemas para importar insumos, debido al uso discrecional de las SIRAs, que constituyen un subsidio encubierto a sectores “afines”. Desde el lado de la economía primaria y agroexportadora, a pesar de los problemas de los últimos años por la política macroeconómica desfavorable, esta se encuentra en la frontera productiva, al igual que un numeroso grupo de servicios.

En el mercado de trabajo, nos encontramos con casi la mitad de la población entre la informalidad completa y algún intermedio, y un numero creciente de empleados públicos (durante los últimos meses la gestión kirchnerista ha pasado a planta permanente a miles de militantes, principalmente de La Cámpora), mientras el empleo privado se encuentra estancado desde hace años. Desde el lado de los ingresos, si bien se dan subas nominales, estas no alcanzan a compensar la inflación, y el poder de compra promedio de los trabajadores se encuentra más de un 15% por debajo del que tenían cuando asumió Fernández.

Para finalizar, el panorama más complejo, de carácter estructural, el relativo a las condiciones sociales. Porque si bien todo lo mencionado anteriormente es muy preocupante, la situación social que nos deja el kirchnerismo llevará varias décadas revertirla: pobreza generalizada, más del 40% de la población es pobre y más del 30% de los hogares no tienen ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas (lo que implica que gran parte de los trabajadores son pobres), y peor aún cuando analizamos el panorama de los niños: más de la mitad son pobres, y carecen de un contexto en el que desarrollarse como personas, como así también de salud y educación de calidad, lo que los condicionará para el resto de sus vidas.

La Argentina que viene

Hay numerosas cuestiones aún por definir, sin embargo, no quedan dudas que los principales problemas, al menos al inicio de la gestión, serán como desactivar la bomba de la deuda del BCRA sin que estalle una hiperinflación, y comenzar con la reforma del Estado, considerando desburocratización, achicamiento de la estructura y eliminación de funciones, de la mano de otras reformas consideradas importantes, pero sin tanta urgencia.

Es necesario tener en claro que tendremos unos meses complicados, y tal como lo dijo el propio presidente electo Javier Milei, el primer semestre será complejo, tanto en términos de actividad como de inflación. El ajuste no será gratuito, pero tal como a él le gusta expresarlo, tratará de que el sufrimiento del paciente dure el menor tiempo posible.

Desde el CEEAXXI estimamos que la inflación se mantendrá por encima de los dos dígitos, al menos hasta abril, como consecuencia del rally de emisión realizado por el tándem Massa – Pesce, en su desesperado intento por ganar la elección.

Por otra parte, desde el plano monetario – cambiario, además de desarmar el perverso esquema que recibe el futuro presidente del BCRA en termino de LELIQs, debe tenerse en cuenta que no hay dólares, y recién el próximo año comenzarán a ingresar en concepto de cosecha, por lo que se estima que no habrá una salida inminente del cepo cambiario.

Considerando el perfil productivo, una vez solucionados los principales problemas coyunturales, y de la mano de las reformas del Estado, sumado a las reformas tributarias, previsional y laboral, y la apertura de la economía, debería comenzar a reactivarse de la mano de los sectores competitivos, como los relacionados a la economía primaria y los servicios, y los grandes “perdedores” serán los industriales prebendarios.

Por la recepción que están teniendo los anuncios de Milei en los mercados, este cambio de rumbo volverá a poner al país en el mundo, un lugar del que nunca debió salir. Sin embargo, tenemos que ser conscientes que esto no será gratuito, aunque los resultados electorales convalidan que la sociedad esta dispuesta a un sacrificio en el corto plazo, para poder lograr el nivel de vida que tanto anhela. Esto nos da una luz de esperanza.