Se disparan contratos de dólar futuro: inversores nerviosos y un difícil escenario preelectoral

Ante una eminente aceleración de los tipos de cambio financieros que superaron los $400, la semana pasada las operaciones en el mercado de dólar futuro aumentaron considerablemente su volumen, ya que este funciona como reservorio para muchos inversores ante posibles devaluaciones de la moneda local. Y de este modo los mercados se contagiaron de incertidumbre sobre el clima de depreciación brusca que podría sufrir la Argentina previo a las elecciones de octubre.

La semana anterior terminó con un dólar financiero que anotó tres alzas consecutivas: el Contado con Liquidación (CCL) culminó en un nuevo máximo nominal al cierre en $403, en medio de la reactivación de la crisis financiera global y a un día de la actualización de la tasa de interés por parte del Banco Central.

En concreto, el directorio de la autoridad monetaria local subió la tasa referencial en 300 puntos básicos, al 78% nominal anual para acompañar la presión inflacionaria que anualizada supera el 100% (alcanzó el 102,2% interanual en febrero) por primera vez desde 1991. Este contexto actual se muestra con la autoridad monetaria perdiendo muchas reservas y con un mercado cambiario atravesado por una fuerte volatilidad. Y se especula con los posibles escenarios electorales y sus consecuencias, mientras que empiezan a resurgir las expectativas de una posible gran depreciación, por lo que este instrumento empieza a resaltar como alternativa de refugio.

¿Qué pasa con el dólar futuro? Desde septiembre de 2022 a enero de este año, la curva de dólar futuro se vino contrayendo sostenidamente. Lo que sucedió fue que, en los primeros ocho meses del año, el mercado esperaba que se diera una devaluación del peso entre fin de 2022 y principios de 2023, pero las medidas del dólar soja I y II permitieron que el BCRA pudiera acumular reservas sin necesidad de devaluar. Eso desalentó la estimación de un salto cambiario en el corto plazo.

En este sentido, Eliana Scialabba, Directora Ejecutiva de CEEAXXI indica a iProfesional que al haber menos cantidad de dólares que van a ingresar del sector agro a raíz de la sequía histórica y sumado a la búsqueda de cobertura cambiaria, se dispara la adquisición de este instrumento.

¿Cuánto cuesta comprar dólar futuro? Los contratos negociados en Bolsa de Rosario (MATBA-ROFEX), la plaza en la que se comercializa la mayor parte de los acuerdos de futuros del dólar en Argentina, pricean un tipo de cambio a $405,05 a diciembre mientras que en abril lo cotizan en $224,95, lo cual indica una devaluación del 80% punta contra punta.

De esta forma, podría haber una reversión de crawling peg, es decir las microdevaluaciones diarias del peso que lleva a cabo el BCRA, para tomar bruscos saltos.

¿Qué hay detrás de la aceleración de compra de dólar futuro? La primera gran problemática es la escasez de divisas proveniente del campo argentino. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, el sector enfrenta un temporada con pérdidas de u$s14.140 millones, lo que se traduce en una importante caída de las reservas para el Gobierno impactando en más presión sobre la inflación. A pesar de que para atraer o conservar a más ahorristas se elevó la tasa que pagan las instituciones financieras al 78% nominal, lo que equivale un rendimiento mensual efectivo del 6,41%, ésta resulta débil ante una inflación como la del segundo mes de 2023 que terminó en el 6,6%.

Esta situación, de acuerdo a fuentes de mercado, facilita la búsqueda de operaciones en moneda dura para bloquear las fluctuaciones cambiarias. Además, los inversores se ven tentados en la adquisición de estos contratos por la situación mundial que ha devenido en un fortalecimiento del dólar luego de las catastróficas crisis bancarias precedentes en las últimas dos semanas.

Ignacio Zorzoli, Director de Finanzas del CEEAXXI, en diálogo con iProfesional advierte un notorio cambio de tendencia en lo que se venía tradeando en los últimos meses. «Desde el último trimestre del año pasado podía observarse que en los mercados de futuros los precios de corto plazo tendían a bajar o a acompañar el tipo de cambio oficial sin mayores sobresaltos y en el largo plazo se notaban ascensos fuertes», indica el especialista.

De este modo, Zorzoli amplía al respecto, que esto implicaba que los inversores confiaban en la capacidad del BCRA de mantener la política monetaria, aunque preveían una devaluación en el mediano/largo horizonte temporal.

Sin embargo, remarca que ahora evidentemente ante los Mark to Market (liquidación diaria de pérdidas y ganancias) positivos en el corto tiempo y un aumento del volumen operado, se estaría descontando una aceleración en el ritmo de devaluación en los próximos meses.

Por la falta de dólares que ingresarán del agro, se dispara la adquisición de contratos de dólar futuro.

Nota completa en IProfesional

¿Cuánto recauda el impuesto inflacionario?

En una economía inflacionaria, como la Argentina de las últimas dos décadas, se produce una distorsión de precios relativos de la mano de la erosión generalizada del poder de compra del dinero.

Esto constituye un altísimo costo para la sociedad, ya que desde el momento en el que recibe el dinero hasta que va a gastarlo ya ha perdido una parte importante de su valor. Sin dudas, los efectos nocivos de la inflación para la sociedad deben tener algún «beneficiado», sino ésta seguramente no se encontraría en los niveles que se ubica en la actualidad.

Y el principal «beneficiado» de esto es el gobierno (y ya ni mencionamos al Banco Central, dado que este es un apéndice del Tesoro), que tiene una distribución a su favor de recursos por el hecho de contar con el monopolio de la emisión monetaria. Si bien parte de la emisión corresponde a señoreaje, por el incremento real de la demanda de dinero, el impuesto inflacionario se origina en la suba de la demanda nominal de dinero en búsqueda de compensar la pérdida del poder adquisitivo.

De esta forma, de acuerdo con un documento de Bucacos (2003) «el financiamiento monetario del déficit fiscal ha sido un mecanismo utilizado por los gobiernos ya que, si bien no se trata de un instrumento legalmente válido, el impuesto inflacionario no necesita sanción parlamentaria, es de fácil recaudación y los contribuyentes difícilmente pueden escapar de él».

De acuerdo con estimaciones del CEEAXXI, durante 2022, los recursos en concepto de este impuesto no legislado alcanzaron los $ 4.505.690 millones, lo que implica una suba del 146% respecto a 2021, año en el que totalizó $1.834.326.

Tal como muestra la gráfica, la pendiente del impuesto inflacionario se ha ido incrementando de la mano de la inflación, y la pendiente pronunciada del último período nos muestra que aún tiene un recorrido por delante, a costa del poder adquisitivo de los ingresos de los receptores de dinero de segundo orden en adelante (luego del gobierno, y con un rezago temporal que nos hace tener en nuestro poder el dinero ya con el valor de compra erosionado).

Debido a que la escala nominal, en un escenario de alta inflación, distorsiona los resultados a fin de hacerlos comparables, se consideró el peso relativo del impuesto inflacionario en el PIB nominal.

Durante 2022, el guarismo alcanzó el máximo desde el comienzo de la serie en 2004, y habría que remontarse a la década del ’80 a fin de estimar si ha alcanzado un valor similar. De esta forma, el gobierno, por el simple hecho de contar con el monopolio de la emisión monetaria, se apropió de 5,9 puntos del PIB, casi 2 pungos por encima del 2021, año en el que había llegado al máximo previo.

Al realizar este análisis, podemos tener más certezas sobre el por qué de la inexistencia de un plan antiinflacionario: el gobierno es el principal (y único) beneficiado de este regresivo mecanismo de transmisión de recursos a su favor, que le permite incrementar sus recursos sin tener que pasar por el Poder Legislativo.

Esto indica que cada día es más necesario quitarle el control de la emisión monetaria al gobierno, a fin de poder estabilizar la macroeconomía, quitando la nominalidad, y llevando a que nuevamente la demanda de dinero se incremente en términos reales, por el simple hecho del crecimiento de la economía, y no por la pérdida constante del poder de compra.

Hay varias y diversas opciones de llevar a cabo esto, desde mecanismos más laxos relacionados con la independencia del banco central hasta las más extremas de dolarización, todas posibles. Sin embargo, lo que no parece haber es mucha voluntad desde la política de «soltar» esta caja extra.

Nota para Cronista, 25/02/2023

https://www.cronista.com/columnistas/cuanto-recauda-el-impuesto-inflacionario/

Inflación en alza: para los economistas el índice de marzo podría acercarse al 7 por ciento

El impacto de la suba de precios de los alimentos por la sequía, la inercia inflacionaria y componentes estacionales que suelen ubicar a este mes por encima de los promedios anuales.

Desde el Centro de Estudios Económicos Argentina (CEEA) XXI estiman que la inflación de marzo, en base a los datos recientes, se moverá alrededor del 6,5%. “En febrero ya rompimos la barrera del 100% interanual, por lo que agrava el problema en un año electoral. La realidad es que la escala inflacionaria sigue la dinámica monetaria, y aunque desde el gobierno sigan negándolo, los datos no hacen más que confirmar la teoría”, señaló Eliana Scialabba, directora Ejecutiva del centro.

“A pesar de la fuerte esterilización realizada por el Banco Central, los agentes dan por descontado la emisión futura de esos pesos, llevando la demanda de dinero a mínimos. Esto, a su vez, es potenciado por la sequía, que impulsa el precio de los alimentos frescos hacia arriba por reducción de oferta; agregando el incremento de precio de la hacienda vacuna combinado con el margen de las carnicerías para incrementar los precios, que reflejan incrementos reales muy negativos”, agregó Scialabba.

Nota completa en Infobae

https://www.infobae.com/economia/2023/03/15/inflacion-en-alza-para-los-economistas-el-indice-de-marzo-podria-acercarse-al-7-por-ciento/

Sin ‘plan soja’, la balanza comercial vuelve a ser deficitaria

A finales de 2022, el gobierno, ávido de divisas, lanzó dos “plan soja” casi de manera continuada, que permitió a los exportadores hacerse de una cotización por encima de la oficial vigente al momento de la liquidación.

Esto permitió, a pesar de la grave situación de activos de reserva que enfrenta el BCRA, obtener el pasado año la mayor liquidación del campo de la historia. No obstante, como dice el popular dicho, esto constituye “pan para hoy y hambre para mañana”.

¿A que nos referimos con esto? La mayor liquidación de divisas permitió al gobierno cumplir las metas con el FMI, a costa de sacrificar recursos correspondientes a este año. Podría leerse como una señal que se ven virtualmente fuera del gobierno a fines de 2023

Resultados comerciales

A nivel agregado, durante 2022 las exportaciones de bienes y servicios totalizaron USD 88.446 millones, debido en parte importante a los altos precios internacionales, mientras que las importaciones sumaron USD 81.523. De esta forma, el saldo comercial alcanzó los USD 6.923 millones.

No obstante, esto implica una caída de más de la mitad del resultado neto de balanza comercial, que en 2021 totalizó USD 14.750 (el valor de las exportaciones fue de USD 77.934 y las importaciones USD 63.184).

Ya con datos del primer mes de 2023, podemos tener una panorámica de lo que se viene para el resto del año, en términos de resultados y dinámica comercial.

Durante enero, las exportaciones sumaron USD 4.900 millones, el valor más bajo en para este mes en tres años, mostrando una disminución del 11.7% respecto a enero de 2022; mientras que las compras al exterior alcanzaron los USD 5.384 millones, con un alza del 2.5% interanual. De esta forma, el “rojo” comercial de este mes fue de 484 millones.

Si extrapolamos los resultados para el resto del año, se estima, en base al REM del BCRA, una caída de las exportaciones en torno al 8% (como piso) y una desaceleración de las importaciones, que nos llevarían a cerrar, en el escenario más favorable, con un saldo positivo por debajo de 2022.

No obstante, es posible que las exportaciones tengan una dinámica mucho más moderada que la estimada en el REM del BCRA, ya que la sequía hará que 2023 sea el año con menor producción de granos de los últimos cinco años, sumado a que parte importante de la cosecha de este año se ha vendido ya de manera anticipada para aprovechar el “plan soja”

En tanto, a fin de lograr la caída de las importaciones estimadas, debería darse una fuerte contracción económica, sumada a una mayor restricción a las compras externas, lo que se traduciría en efectos nocivos para la economía, considerando que parte importante de las importaciones se trata de bienes intermedios, de capital y energía. Por otra parte, a fin de considerar el resultado comercial, tenemos que analizar la dinámica del tipo de cambio real. Si bien la cotización oficial de la divisa estadounidense viene acelerando su ritmo de depreciación, este siempre se encuentra por debajo de la tasa de inflación, que roza ya los tres dígitos. De mantenerse esta tendencia, el tipo de cambio real seguirá apreciándose, dando un impulso adicional a las importaciones (que solo podrán frenarse, como expresamos anteriormente con mas controles)

Balanza Comercial

Lo analizado indica que para lograrse un resultado positivo en términos comerciales debemos esperar que se mantengan los precios de las exportaciones relativamente altos en el mercado internacional, y que el freno de la actividad y controles adicionales sobre las importaciones, con un mayor ritmo de depreciación nominal, de lo contrario, será complicado alcanzar el escenario estimado por los analistas del REM del BCRA en 2023 y 2024.

Consideraciones finales

La economía argentina se encuentra sumida en un escenario de perdida constante de divisas, y desde el gobierno de turno no dejan de atacar a los principales generadores de las mismas: los exportadores: tipo de cambio nominal atrasado para venta, con costos indexados a cotizaciones paralelas; restricciones cualitativas y burocráticas, y todo tipo de “palos en la rueda” que uno pueda imaginar.

Por otra parte, los importadores, principales beneficiados, se aprovechan del poder de lobby para ingresar productos a precios muy bajos y revenderlos a los consumidores a cada vez mayores precios, obteniendo una renta extraordinaria. Podríamos decir que están “cazando en un zoológico”, una metáfora que bien puede ilustrar el comportamiento de una gran parte de los sectores que cuentan con el beneplácito de importar.

En tanto, el gobierno se encuentra ante el dilema de si incrementar el tipo de cambio nominal a una mayor tasa para fomentar el ingreso de divisas en concepto de exportaciones, odejarlo “planchado”, para que esto no tenga efectos extra sobre los precios relativos de los bienes transables y no transables, que generen, a su vez, mas descalabres sobre el nivel general de precios. Frente a un año de elecciones, probablemente el gobierno elija la segunda opción, ya que dado que los argentinos que deciden la elección (casi un tercio de los votantes que no se encuentran conformando el núcleo duro de ningún partido y/o coalición de gobierno) suelen votar con el bolsillo. Una aceleración de la inflación podría asestar un mayor golpe al gobierno en las urnas, que un menor nivel de reservas.

Asimismo, como mencionamos anteriormente, algunas políticas llevadas a cabo por el gobierno durante los últimos meses se encuentran más alineadas a lo que podríamos llamar el “plan aguantar” que a un reacomodamiento de la macroeconomía.

Saldo comercial y tipo de cambio real

Fuente: CEEAXXI en base a INDEC y BCRA
Fuente: CEEAXXI en base a INDEC y BCRA

De esta forma, en los escenarios analizamos, podríamos estimar un sector externo con una dinámica como la planteada, de mantenerse el contexto planteado. Cualquier cambio brusco de las condiciones económicas o externas mencionadas tales como la sequía, la previsión del tipo de cambio y la inflación y los controles de importaciones, será necesario volver a realizar las estimaciones, incorporando la mayor información que vayamos obteniendo a medida que transcurra el año.

Desafío Exportar, Marzo de 2023, N°212

Por el precio de la ropa y la suba de la carne, la inflación de marzo superaría el 6%

En pocos dias, el INDEC va a dar a conocer la inflación de febrero que los analistas estiman con un alza cercana al 6%. Mientras tanto, los cálculos sobre la variación de los precios minoristas de marzo ya están en marcha. Por tratarse de un mes estacionalmente alto, básicamente por el inicio de las clases y del resto de las actividades, se espera una suba superior a la febrero: entre 6% y 6,5%.

Según los analistas que participan del Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM), del Banco Central, el Indice de Precios al Consumidor de febrero llegó al 6,1% mensual, mientras que para marzo prevén que registre otra aceleración hasta tocar el 6,3%. La merma recién comenzaría en abril, con un registro del 5,9% mensual. De todas maneras, a este ritmo, la meta del 60% de inflación anual planteada por el Gobierno en el Presupuesto 2023 se aleja sensiblemente.

La tendencia histórica de marzo a ser un mes con fuerte presión en los precios, superior al promedio del resto del año, tiene que ver -más allá del rubro Educación por el comienzo de las clases- con los incrementos estacionales en Indumentaria por el cambio de estación.

Pero además, puntualmente, en este marzo, se suman los persistentes incrementos en la carne vacuna, que se disparó en febrero y tracciona el rubro de los alimentos que a su vez, explican el 23% deI IPC. Como ocurrió en febrero, cuando registraron alzas del 8 al 10% mensual, los alimentos dejaron un arrastre importante para marzo, estiman los economistas.

Por otro lado, se suman este mes, las alzas en las tarifas de agua y gas, trenes y colectivos (6%)colegios privados (16,4%), combustibles (3,8%) y prepagas (7,7%) para quienes perciban ingresos netos iguales o superiores a $ 392.562 y 5% para quienes tengan salarios inferiores a ese monto y servicio doméstico (4%).

Acerca del impacto de la inflación en los distintos sectores socioeconómicos, la consultora Ecolatina analizó que las mayores tensiones de precios recaen sobre los hogares más pobres que consumen en los comercios de proximidad donde no llegan los Precios Justos y el gasto de los consumidores termina siendo más elevado.  Este factor, sumado a «la escasez de divisas y la sequía, mas las debilidades que presenta Precios Justos complican la búsqueda por evitar un mayor impacto de la inflación sobre los hogares más vulnerables», señaló en su último informe.

Para JPMorgan, en tanto, las expectativas no son más optimistas: “en medio de una inflación reprimida alta (y creciente), seguimos esperando que la inflación subyacente se acelere aún más a medida que el Gobierno avanza hasta las elecciones de octubre, estirando el marco de política actual hasta los límites».

«Nuestro escenario base supone una inflación general mensual de 6,0% intermensual, en promedio, en el primer semestre del 2023, y acelerada a 7,0% intermensual en el segundo. Este camino es consistente con la inflación en diciembre del 112%», calculó JP Morgan.

Desde el Centro de Estudios Económicos Argentina XXI (CEEAXXI)  Eliana Scialabba, estimó que la inflación de febrero fue del 6,2% y que, en marzo, los precios estarán más cercanos al 6,5%. ​ “En febrero ya rompimos la barrera del 100% interanual”, recordó.

“La realidad es que la escala inflacionaria sigue la dinámica monetaria, y aunque desde el Gobierno sigan negándolo, los datos no hacen más que confirmar la teoría. A pesar de la fuerte esterilización realizada por el BCRA, los agentes dan por descontado la emisión futura de esos pesos, llevando la demanda de dinero a mínimos», destacó. 

«Esto, a su vez, es potenciado por la sequía, que impulsa el precio de los alimentos frescos hacia arriba por reducción de la oferta. Además, se agrega el incremento de precio de la hacienda vacuna combinado con el margen de las carnicerías para incrementar los precios, que reflejan incrementos reales muy negativos», explicó la directora del CEEAXXI.

Nota publicada el 08/03/23 en Clarín

https://www.clarin.com/economia/espera-inflacion-febrero-indice-marzo-superaria-6-_0_WHyo6mTs5B.html